lunes, 16 de abril de 2007

El Diario del Chavo del Ocho

Mencionar al CHAVO DEL OCHO es, indudablemente, la mejor forma de ejemplificar lo que significa el concepto "humorismo". El comentario que nos provoca una carcajada, junto a la reflexión que nos arranca una lágrima; el sarcasmo que nos inquieta, la ingenuidad que nos acaricia, la denuncia que nos sacude, la nostalgia que nos arrulla, el ingenio, la chispa, la gracia, la ironía, etcétera.

Este humorismo, producto del talento de Roberto Gómez Bolaños, ha sido proyectado en el mundo entero, vía televisión, durante más de un cuarto de siglo; pero no es hasta hoy cuando queda concentrado, por primera vez, en las páginas de un libro. Un libro (éste) que se caracteriza por tener, entre otras, una virtud muy especial: no hay un solo párrafo que no contenga algo interesante. O lo que es lo mismo: no hay desperdicio.

"...el profesor dijo que los primeros que usaron a los caballos fueron los chinos, pero la Chilindrina dice que no; que antes los usaron las yeguas."

"Me gustaría tener una mamá... o una tía... o un perro... o algo."

"...y también había un presidente que se llamaba Porfirio Díaz, que fue el que por más tiempo soportó a los mexicanos."

"Los animales que comen carne se llaman carnívoros; los animales que comen frutas se llaman frutívoros; los animales que comen de todo se llaman ricos."

El libro presenta además (y también por vez primera) otra manifestación del talento artístico de Roberto Gómez Bolaños: los dibujos que van intercalados en el texto, que son igualmente de su autoría.

Lo dicho: un libro sin desperdicio.

Referencia al libro El Diario del Chavo del Ocho.

viernes, 13 de abril de 2007

Tributo a un genio del humor

¡Oh! Y ahora ¿quién podrá defenderme?

¡¡¡ YOOOOO!!!

¡El Chapulín Colorado!

¡No contaban con mi astucia!

Creo que pocas personas desconocen este diálogo. Es casi imposible que después de casi cuatro décadas alguien no sepa de qué se trata.

Desde 1970, un individuo "chaparro" con antenas, de traje rojo y zapatillas amarillas, aparece en las pantallas de televisón de todos los países de América Latina (excepto Cuba) y de gran parte del mundo. Sus bromas han hecho reir a casi tres generaciones, una hazaña de la que pocos pueden alardear

El creador de este inolvidable personaje es capáz de algo así. Se llama Roberto Gómez Bolaños, pero todos lo conocemos mejor como "Chespirito".

De su cabeza surgieron el mencionado antihéroe, el Chavo del Ocho, el doctor Chapatín, el Chómpiras, Chaparrón Bonaparte, Vicente Chambón, don Ramón, la Chilindrina, Quico, doña Florinda, el profesor Jirafales, el señor Barriga, doña Cleotilde (la "Bruja del 71"), doña Nieves, Jaimito el cartero, la Popis, Ñoño, Godínez, Gloria y su sobrina Paty, el señor Hurtado, el señor Calvillo, Malicha, el Peterete, el Tripaseca, el Cuajinais, el Chori, la Minina, el Botija, la Chimoltrufia, Lucas Tañeda, el Rascabuches, Rosa la Rumorosa, el Matonsísimo Kid, el Pocastrancas, el fantasma del Sopilote Mojado, el pirata Alma Negra, Súper Sam, el profesor Inventillo y la Mococha pechocha, pero babocha, entre tantos otros, aunque casi los dije todos.

Cada uno de sus personajes logró trascender. Pero ello no hubiera sido posible si no fuera por el inmenso talento de quienes los interpretaron y les dieron vida, otorgándole cualidades propias. Por eso, es válido mencionar el gran aporte de María Antonieta de las Nieves, Ramón Valdés, Rubén Aguirre, Carlos Villagrán "Pirolo", Florinda Meza, Edgar Vivar, Angelines Fernández, Horacio Gómez, Raúl "Chato" Padilla y Ricardo de Pascual, entre tantos actores que estuvieron presentes en los distintos programas de Chespirito.

Son muchos los recuerdos... Cómo olvidar la vecindad "que no valdrá medio centavo, pero es linda de verdad"; las cachetadas de doña Florinda paradon Ramón; los golpes que recibía el pobre señor Barriga de parte del Chavo; las clases del "Maistro Longaniza", perdón, Jirafles; los llantos de la Chilindrina; las caídas del Chapulín y su correspondiente "todos mis movimientos están friamente calculados"; las pastillas de Chiquitolina y el Chipote Chillón; la Chicharra Paralizadora; las peinadas y las posteriores cachetadas del Peterete y del Botija que recibía el Chómpiras; el pelo de la Chimoltrufia; las chiripiorcas de Chaparrón; la bolsa del doctor Chapatín; y podríamos seguir.

Chespirito es, según él mismo reconoce, un escritor. Y por eso su nombre artístico. Es un diminutivo de Shakespeare, el célebre dramaturgo inglés. Este pseudónimo se lo puso el mismo fundador de Televisa, Emilio Azcárraga, ya que lo encontraba un gran guionista, por lo que lo bautizó como "Shakespierito", que derivó en el famoso nombre que todos conocemos.

Después vienen sus otras preferencias como actuar y dirigir.

Su trayectoria profesional, sin embargo, no sólo se limita a sus conocidos programas de televisión. También ha incursionado en el cine. Recordada es su película "El Chanfle", de 1978, en donde por primera y única vez participaron todos los actores que trabajaban con él en la tele. Y luego de ese éxito de taquilla,siguió realizando más filmes. Una de sus últimas labores relacionadas con la industria cinematográfica ha sido la dirección de Televicine, un área de Televisa, que es el gran conglomerado mexicano de las comunicaciones.

Hasta el año 2000, Chespirito dirigió y protagonizó la obra de teatro más exitosa de la historia de su país: "Once y Doce". Escrita por él, cumplió alrededor de 3000 funciones desde que se estrenara en 1992. Todo un record.

En esta ocasión he querido rendir un homenaje a Roberto Gómez Bolaños, quién a lo largo de más de 35 años nos ha hecho reir y disfrutar con sus bromas y más de algún mensaje subliminal por ahí.

En Chile se le quiere y recuerda, especialmente de parte de la generación que creció con sus chistes en los años '70 y '80, y que hoy está en la tercera década.

Yo soy parte de esa generación. Una generación que no puede olvidar el legado de un grande del humor como lo es Gómez Bolaños, a quien tuve la suerte de conocer en septiembre de 1998 cuando asistí al Teatro Libanés, a una de las funciones de su aclamada obra "Once y Doce" en Ciudad de México. Y la fortuna continuaría seis años después cuando lo volví a ver el año 2004 en su última visita a Chile.

Creo que para los que admiramos a Chespirito y disfrutamos con sus creaciones, sus programas seguirán siendo un oasis en la televisión de hoy, tan llena de contenidos light, efímeros y pasajeros.

Por eso frases como: "Chanfle"; "Se me chispoteó"; "Lo hice sin querer queriendo"; "¡Chusma, chusma, puf!"; "¡No contaban con mi astucia!"; "Sigánme los buenos!"; "Lo sospeché desde un principio"; "Todos mis movimientos están friamente calculados"; "Es exactamente lo que iba yo a decir"; "Dígame licenciado. Licenciado. ¡Gracias! ¡Muchas gracias! No hay de quedo, no más de papa"; "¿Insinúa que yo soy viejo?"; "No más de pensarlo, ya me dio cosa"; "Mira lo es, mira lo es"; "¡Tenía que ser el Chavo del Ocho!"; "No te doy otra no más porque.." y un largo etcétera, van a quedar grabadas en nuestras memorias para siempre.

¡Gracias Chespirito!

A ti y a todos los que hicieron posible los mejores momentos que hemos podido ver en la televisión y que aún no han podido ser superados.

martes, 10 de abril de 2007

Bienvenidos a "El Mundo de Chespirito"

Este blog estará dedicado al gran comediante mexicano Roberto Gómez Bolaños, más conocido por todos nosotros como Chespirito.

Sean todos bienvenidos a este blog.